Los desórdenes y alteraciones en salud mental producen síntomas observables
tanto para la persona afectada como para su entorno.
Se puede advertir:
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Síntomas físicos (dolores, trastornos del sueño)
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Síntomas afectivos (tristeza, miedo, ansiedad)
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Síntomas cognitivos (dificultad para pensar con claridad, creencias anormales, alteraciones de la memoria)
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Síntomas del comportamiento (agresividad, dificultad ante las tareas cotidianas, abuso de sustancias)
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Alteraciones perceptivas (percepción visual o auditiva de cosas que otras personas no ven u oyen)
La consulta a tiempo puede prevenir la continuidad y agravamiento de los síntomas.
o La continuidad de los síntomas, van ocasionando mayores desventajas y daños en la vida de quienes lo padecen y quienes lo acompañan. |