1º Jornadas Consultorios Salud Mental Morón

 

¿Por qué llega a la consulta psicológica un niño?

Lic. Fernanda Ricciardi

 

Clínica y psicoanálisis con niños

 

Para estas jornadas el tema que quisiera abordar es, ¿Por qué llega a la consulta psicológica un niño?

Existen diferentes fuentes de derivación por la cual un niño accede a un tratamiento. Muchas veces llega derivado por algún medio judicial, defensorías, juzgados, etc. En los casos de violencia, abusos, separaciones conflictivas, temas en cuanto a la tenencia, horarios de visitas.

En este caso, en ocasiones se nos pide que funcionemos como mediador entre el derecho del niño, lo legal y los padres, a veces el niño llega con algún tipo de síntoma y en otras pareciera que nuestra función es a modo de prevención o evaluación de la situación por la cual ese niño atraviesa.

Otro medio es en muchas situaciones los organismos escolares. Los niños llegan de las escuelas y jardines, en general, por problemas de aprendizaje o conducta, son los famosos niños que “no se adaptan al medio”. En reiteradas oportunidades llegan al consultorio chicos muy pequeños de 3-4 años, por  “problemas de conducta”.

En una ocasión tuve un pedido de psicodiagnostico de un nene de 3 años porque la docente consideraba que era un niño muy inquieto. En ese momento considere que no era necesario hacerlo, se le explico a la madre que era “normal” que un niño a esa edad sea inquieto, que todavía estaba en formación el psiquismo del nene. Un niño a esa edad está adquiriendo por medio de la simbolización la capacidad de control, va adquiriendo herramientas para tolerar la frustración, etc.

Pareciera que las escuelas buscan en la demanda de un tratamiento de un niño, el disciplinamiento, como diría Foucault las instituciones nos encierran, nos modelan, nos disciplina.

Se suele confundir el psicoanálisis con niños con una reeducación o con una técnica psicoterapéutica “el analista trata en las primera entrevistas de indagar aquello que busca expresarse en el niño, más allá de las perturbaciones caracterológicas, el fracaso escolar y un retardo psicomotor” (Manoni).

Otras veces el niño llega a la consulta traído por sus padres, en ocasiones sugerido por el pediatra, porque hay un síntoma que se manifiesta.

Lacan en “Dos notas sobre un niño”, dice que el síntoma en la experiencia analítica se define como representante de una verdad, no dicha, reprimida, no simbolizada.

El síntoma puede representar la verdad de la pareja familiar.

También el síntoma puede estar involucrado directamente como un correlativo de un fantasma, sucede cuando el síntoma compete la subjetividad de la madre. El niño se convierte en el objeto de la madre y no hay una mediación (por la función del padre) del deseo de la madre y la identificación con el ideal del yo.

El niño queda en el lugar de objeto, en la boca del cocodrilo sin que haya una estaca (función paterna) que medie.

Lo que Lacan dice en este artículo es que l síntoma somático puede dar fe de  la culpa, servir de fetiche, encarnar un rechazo (en el caso de la Psicosis).

Un ejemplo en la clínica que me gustaría compartir es el de una niña de 5 años que llega al tratamiento traída por su madre luego de una separación conflictiva del padre de la nena, donde la niña llevaba largo tiempo sin ver a su papá. Esta nena llega alienada el discurso de la madre, diciendo que su papá era una mala persona, que era ladrón y drogadicto, que no lo quería ver.

Al cabo de algunas entrevistas empieza a aparecer algo de la subjetividad de la niña, la angustia por no ver a su papá, empieza a poder separarse de su madre en el proceso de alienación- separación.

Mi lugar como analista se jugó en poder funcionar como mediador entre la nena y su mamá (a modo de función paterna). Cosa que no fue fácil debido a las características de la madre, una madre muy invasiva y querellante, que decía que su hija era todo para ella, lo cual me llevo a realizar distintos movimiento porque existía el riesgo de que esta madre sacara a la nena del tratamiento.

La siguiente intervención, fue citar al padre y pedirle que cumpliera esa función.

Después de dos años de análisis, se le dio el alta a la niña. Actualmente vive con su papá, ha mejorado la relación entre sus padres.

Otro ejemplo clínico donde el síntoma somático (ecopresis)  de una niña de  años, viene a responder lo que hay de sintomático en la estructura familiar.

El síntoma de esta niña viene a representar la verdad de la pareja familiar.

La aparición del síntoma coincide (cosa que se descubre durante el transcurso del tratamiento) con el comienzo de una infidelidad de la madre con el tío de la niña.

Este caso es opuesto al anterior esta nena no es “todo para su madre”, pero evidentemente existe una falla en cuanto a la función del padre, que trajo este síntoma como consecuencia.

Esta niña, actualmente sigue en tratamiento.

 

Lic. Fernanda Ricciardi